La Iglesia y la Seguridad Vial.
Segunda Parte Mario Holguín/Presidente de FundaReD
Rep. Dominicana.
01/10
Por más de cincuenta años la Iglesia Católica viene manifestando preocupación por las víctimas ocasionadas en las vías públicas.
En innumeras oportunidades se han emitido mandatos para que se practique determinadas orientaciones desde la Santa Sede.
Existe, como lo dijimos anteriormente, un Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes que se ocupa del tema de seguridad vial.
En el 2007 se hizo público un documento titulado Orientaciones para la Pastoral de la Carretera, en cuya primera parte se encuentran reflexiones interesantes relativas a la “Pastoral para los Usuarios de la Carretera y Vía Férrea”, preparado por Renato Raffaele Cardenal Martino y Agostino Marchetto.
Los temas exclusivamente tratados fueron los siguientes: el fenómeno de la movilidad humana, la circulación vial y el progreso humano.
“La carretera y el ferrocarril deben estar al servicio de la persona humana, como instrumentos para facilitarle la vida y el desarrollo integral de la sociedad…”
Agrega que: “La carretera ya no es sólo una vía de comunicación; llega a ser un lugar de vida, en el que se pasa gran parte del propio tiempo, incluso en los países en desarrollo…”
La Iglesia reconoce que los medios de transporte terrestre aun siendo cada vez más rápidos, son útiles para el desarrollo de la vida social y económica, además de que facilita el dialogo y el conocimiento de nuevas culturas. Sin embargo, debe verse como una necesidad para el hombre y la mujer de hoy, por los múltiples servicios que brindan. |